Las sesiones de musicoterapia, consistentes en hacer música con los residentes, tiene como finalidad que la música sea el medio, el vehículo que facilite el conocimiento personal y la apertura hacia los demás. Tiene múltiples ventajas ya que es una terapia indolora, sin efectos secundarios y es  compatible con otros tratamientos, ayudando además al residentes a orientarse, relajarse, expresarse y divertirse.